martes, 22 de febrero de 2011

Entrevista a Alma Guillermoprieto, periodista y escritora de 'Desde el país de nunca jamás'

 (fuente: ElPais.com)
Alma Guillermoprieto
Periodista y escritora de 'Desde el país de nunca jamás'.
Esta es el texto de su charla con los lectores sobre su último libro: "Desde el país de nunca jamás" (Debate) y su obra literaria.
Fotografía: Claudio Álvarez.
Preguntas de internautas y respuestas de Alma Guillermoprieto (A.G.).
Lucía: ¿Sigue sintiéndose insegura cada vez que se pone a componer una crónica? ¿O el oficio y la experiencia ya le dictan más o menos como dar pasos más seguros a la hora de escribir?
A.G. Por su puesto que con la edad y la experiencia uno va adquiriendo mañas, algunas de las cuales sirven para hacer que la nota mejore. Pero lo real es que cada vez que uno empieza un texto nuevo se enfrenta al fracaso porque cada texto tiene sus propias reglas y exige su propia creación. Lo más importante es no dejarse asustar por la posibilidad de ese fracaso. Después de una nota
mala seguramente vendrá una mejor.
Irene SA: Buenas tardes Alma. En primer lugar enhorabuena, tengo muchas ganas de tener entre mis manos las crónicas que forman parte de 'Desde el país de nunca jamás'. Me gustaría que nos diera un consejo a los y las periodistas que, como yo, nos licencianos este año. Ante una situación ta negra para los medios de comunicación, ¿qué nos recomienda? Gracias. Un abrazo.
A.G. La situación de los medios es tan negra porque estamos en medio de una revolución. Yo tengo muy claro que hay que inventar el periodismo de mañana casi a partir de cero. Pero ese periodismo ya no lo voy a inventar yo. Lo inventarán ustedes a través de un proceso de errores, fracasos y aciertos. Sólo habrá una constante: seguiremos siendo los ojos a través de los cuales los que se quedan en casa miran el mundo, y por lo tanto siempre habrá necesidad de periodistas. 
Cucayito cartagenero: ¿Cuál ha sido la persona o la escena humana que más dificultad le ha tocado perfilar o describir?
A.G. Yo creo que nadie me ha resultado tan escurridizo como Evo Morales. Literalmente me tocó perseguirlo por todo el país: desde La Paz hasta Cochabamba, atravesando ríos inundados por medio de puentes colapsados, y arrinconándolo por fin contra una pared en el Congreso de la República. No sé por qué me tuvo tanto miedo. Fue una experiencia frustrante porque creo que hubiera podido contar muchas cosas interesantes y finalmente sólo me concedió cinco minutos. La mayoría de las personas, al contrario de Evo, tienen un deseo profundo, que es el de contar su historia y ser escuchados verdaderamente. 
Manuel B.: ¿Se puede explicar la violencia en Centroamérica en base a intereses geopolíticos de los EEUU o nos excederíamos en la teoría conspirativa? 
A.G. Yo creo que no basta una sola explicación para entender las guerras que asolaron Centroamérica en los años ochenta. Pero es evidente que sin la injerencia de los Estados Unidos, que fue obsesiva y que, al mismo tiempo, ignoró completamente la realidad centroamericana, los conflictos no hubieran tenido ni la duración ni las características de violencia aterradora que nos tocó presenciar a los reporteros. En realidad, los países de Centroamérica fueron piezas del ajedrez geopolítico estadounidense
Amelia J. : ¿Cómo valora nuevas inciativas mediáticas como ProPublica? ¿Le gustaría que se extendiese el formato fuera de los Estados Unidos? Gracias.
A.G. Me parece que entre que pasa esta tormenta provocada por la revolución tecnológica, muchos medios tendrán que apoyarse en un modelo parecido al de ProPública. Es decir, a falta de anunciantes, habrá que buscar a instituciones e individuos dispuestos a financiar medios que sirvan al interés público. No sé si a la larga es la mejor opción, y estoy segura de que un buen medio siempre será rentable. Lo que pasa es que todavía no hemos dado con el modelo económico adecuado.
Andrés Villareal: Alma, cuál es tu método para amar una crónica de largo aliento, cómo es el proceso de recabar información. Un saludo.
A.G. Cada crónica exige su propio método pero yo siempre digo que hago las crónicas caminando. En cada ciudad camino y camino hasta sentir que empiezo a entender el ritmo, los olores, el lenguaje, los códigos de ese lugar. A partir de ese momento busco un personaje o un incidente que me ayude a explicar el momento en el que se encuentra un país. No me interesan las noticias sino lo que ocurre en la vida de las personas cuando se acaba el noticiero. Leo mucho, y luego le dedico semanas a escribir el texto. Lo más difícil es encontrar la estructura interna de la nota, que está, por así decirlo, esperándome en algún lugar secreto de mí misma. 
Frida: Hola Alma, hace media hora me compré tu último libro. ¿en qué te basaste para escoger estas crónicas? ¿me recomiendas una en especial? Felicidades, eres mi inspiración!
A.G. Muchas gracias por ser seguramente la primera lectora. ¡Ojalá te gusten todas las crónicas! No las escogí yo, las escogió mi editor, Claudio López, y espero que lo haya hecho bien : ) Por alguna razón siempre me han gustado mucho dos. Por un lado, "Una visita a La Habana", que es tremendamente personal. Por otro, "Las luchadoras bolivianas", que refleja todo lo que más amo de América Latina. 
Ariel: Hola Alma, un saludo desde Mazatlán. Dame tu opinión sobre la autocensura que gobierna a la mayoría de los periódicos mexicanos en los temas de narcotráfico.
A.G. La verdadera pregunta es cómo cubrir el narcotráfico. ¿Cuáles son los temas que nos tenemos que plantear los periodistas? Por supuesto que hay que hablar de día a día del crimen, pero el reto es hacerlo de manera que no colaboremos con el narcotráfico en su campaña de aterrorizar a la población. Como reportera, lo que me resulta más difícil (aunque al mismo tiempo es lo que me interesa más) es hacer comprensible el mundo del narcotráfico y sus habitantes, tratar de entender lo inconcebible, que es el vacío moral en el que habitan. Creo que sin entender esto no se pueden encontrar soluciones a largo plazo. Por otro lado, tenemos que descubrir formas de hacer periodismo de investigación y poder seguir con vida. No es fácil. Por último, yo soy poco amiga del periodismo llamado de denuncia, porque me parece que éste se hace a gritos y no ayuda mucho a la comprensión de un tema. Lo que más me interesa como persona es entender el mundo; y como periodista, ayudar a los demás a entenderlo. En el caso del narcotráfico ésta es una tarea endiabladamente difícil porque pasa por el miedo. Es cierto que una parte de la autocensura tiene que ver con la corrupción, pero la otra parte tiene que ver con el miedo, y no soy yo quien puede exigirle a un reportero o a un editor que arriesgue su vida por una nota. Gracias al terror del narcotráfico los mexicanos hemos pasado a vivir en una especie de túnel negro en el que cuesta trabajo entender lo que nos está pasando. Es una tragedia
Su mensaje de despedida
Veo que han entrado muchísimas más preguntas de las que puedo responder en tan poco tiempo, así que les pido disculpas por no haberlas podido atender todas. Realmente ha sido muy emocinante para mí este viaje a España y esta visita a El País. Los lectores son nuestro aire y nuestra motivación de cada día. Muchas gracias por estar aquí y espero la ocasión de otro encuentro.

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